En el barrio de San Juan está la Iglesia y el cementerio.
Y en el de la Herrería es dónde está la famosa Ferrería que se rehabilitó hace unos años y que es visitada por excursiones, colegios y mucha gente en verano y fines de semana.
A la entrada del pueblo hay un colegio, que se usa de ludoteca, una bolera y dos pistas: una multiusos y otra de padel. Y en la plaza está la escuela antigua que se habilitó como albergue para el Camino Lebaniego por un tiempo y que ahora se usa para dar cursos. El pueblo tiene también varias fuentes y cocinos.
En Cades se celebran varias fiestas a lo largo del año: las Marzas, San Juan y el Carmen.
Hoy en día vive poca gente, la mayoría gente mayor. Hace unos años se empezaron a vender casas, cuadras y socarreñas a gente de fuera, que las arreglaron y pasan aquí las vacaciones y el verano.
TERE DOSAL
Cades es el pueblo donde nací. Los recuerdos más bonitos son de mi niñez, cuando los caminos eran de barro, y cuando llovía bien, solo podías andar con albarcas o con botas de goma (el que las tenía).
Los coches solo entraban hasta la plaza, porque el resto de caminos no se podían hacer con vehículo, eran todo barrizales y ningún piso asfaltado como ahora. En las casas no había agua para beber. Íbamos con la barrila de barro a la fuente, y para fregar valía la del canal o al cocino de la Resuca.
Tampoco teníamos ni gas butano ni vitrocerámica, solo la lumbre; se atizaba por la mañana para preparar el desayuno y ya estaba lista para hacer todas las comidas del día. No teníamos baño, el mío era una bañadera de cinc.
Afortunadamente ahora tenemos todas
las comodidades y poco que envidiar a los de la capital.
MARTA DOSAL
El pueblo está dividido por barrios. La Herrería es donde donde está La Ferrería y el molino en el que moliamos la maiz y a donde venian también de otros pueblos de alrededor a la molienda.
En el Solar había un bar donde vendían de todo: comestibles, calzado, zapatillas, botas de goma... y donde los hombres, después de trabajar, bajaban todas las noches a jugar a las cartas, mientras las mujeres tenían que hacer todas las labores de la casa.
También están los barrios de La Calle, La Caseta, El Trancu, El Coteru, La Cotera, La Concha. En el de San Juan es dónde esta la Iglesia, a donde ibamos los domingos a misa. Íbamos anadando, en albarcas, zapatillas o botas de goma, pero ahora que han mejorado los caminos, subimos en coche. También está La Coteruca, El Pellón, Villachica, La Sierra.
En Socueva todo eran callejas que tenían que ir andando a los otros barrios, pero ahora se llega en coche a todas las casas. También hay otra diferencia, y es que antes, como se iba andando, veías a todo el mundo y ahora, se pasan los días sin ver a nadie, solo ves los coches pasar de un lado para otro.
MARI OBESO
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