Las participantes del Taller no solo aportan directamente los textos que escriben ellas o los que recogen de la tardición oral, sino que, de vez en cuando, también se animan a recopilar las historias de otros vecinos. En este caso, Mari Obeso nos ha traído un par de historias que Ambrosio Díaz Vigil le ha ido dictando... a la carrera, según dice...

Una vez, un barquero tenía que pasar
un río en barca con una cabra, una berza y un lobo. Pero no cabían
más de dos y había que ver como se arreglaría para que no se
comieran uno a otro, así que no podía juntar la cabra con la berza, ni el
lobo con la cabra. Pasó la cabra dejando al lobo y la berza. Volvió para coger al lobo y lo pasó, pero alli cogió la cabra y la volvió
donde la berza y la dejó allí. Llevó la berza a donde el lobo.
Y ya solo faltaba volver a por la cabra.
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